Para que cualquier vehículo funcione correctamente es necesario que cuente con ciertos líquidos en su interior, de lo contrario las piezas móviles del motor y todo su circuito en general se desgastarían en muy poco tiempo.
De entre todos esos fluidos se encuentra el líquido refrigerante o anticongelante, el cual proporciona los aditivos necesarios para proteger el motor del sobrecalentamiento, además que evita que sus componentes se oxiden. ¿Ya conocías los peligros de quedarse sin anticongelante?
En muchas ocasiones el nivel de anticongelante se reduce a causa de fugas en las mangueras o en el sistema de enfriamiento; sin embargo, existen casos en los que el coche pierde refrigerante sin razón aparente, ya que no existe fuga visible.
Este tipo de situaciones dificulta que los usuarios puedan identificar la falla, pero descuida, no tienes que preocuparte por nada que para ello le preguntamos a nuestros especialistas en diagnóstico automotriz cuáles son las causas de la pérdida de líquido refrigerante cuando no existe fuga.
Por eso no dejes de leer, que conocer del tema te servirá para detectar dónde está la falla y darle tratamiento oportuno.
Por qué se baja el nivel del refrigerante
Cuando un auto presenta fugas del líquido anticongelante te puedes dar cuenta gracias a los charcos que se producen debajo del vehículo, pero si no notas esta señal seguramente el daño no se encuentra en las mangueras, sino que se debe a alguna de las siguientes razones:
1.- Tapón del radiador en mal estado
Para evitar que cualquier líquido que ingrese al radiador se escape es importante colocar correctamente el tapón, pero sobre todo debes asegurarte de que éste no se encuentre desgastado.
Un tapón de radiador dañado no aporta la suficiente presión para mantener sellado el enfriador de aceite. Al contrario, permite que poco a poco el refrigerante se escape y disperse dentro del compartimiento del motor, y por las altas temperaturas se termina evaporando, por lo que resulta en la pérdida de refrigerante sin signos aparentes de fugas.
2.- Sobrecalentamiento del motor
Muchos conductores no tienen conocimiento de que existen distintos tipos de anticongelantes, por lo que caen en el error de colocar el líquido incorrecto y en consecuencia no cubre las necesidades del vehículo.
Es decir, no aporta ningún beneficio y tampoco controla la temperatura del motor, por ende se sobrecalienta y sólo ocasiona la pérdida acelerada de refrigerante.
Lo cual suele ser muy delicado, pues una vez que el motor alcanza temperaturas muy altas se corre el riesgo de un corto dentro de sus circuitos e incluso puede llegar a explotar. Por ello revisa minuciosamente si el líquido antirefrigerante con el que cuenta tu auto es el correcto, de no ser así debes reemplazarlo lo antes posible, para evitar cualquier situación de riesgo.
3.- Culata rota
La culata, también llamada cabeza del motor, es la parte encargada de sellar la sección superior de los cilindros para evitar que existan pérdidas durante la compresión.
Si notas rastros o residuos de gases de escape en el refrigerante significa que existen averías en la culata y están provocando que el anticongelante se cuele por las partes internas del motor.
Otra señal de este tipo de fallas es el exceso de humo blanco que sale por el escape del auto. En caso de observar esos síntomas lo mejor es acudir de inmediato con un mecánico que cuente con scanners automotrices para que pueda auxiliarte y resolver el problema.
¿Cuánto tiempo debe durar el líquido refrigerante?
Recuerda que lo más recomendable es cambiar el líquido refrigerante cada 40.000 a 60.000 kilómetros o cada dos años.
De no hacerlo a tiempo tu vehículo es más propenso a desarrollar averías que en la mayoría de los casos resultan caras de reparar, ya que se daña directamente el funcionamiento del motor y del sistema de enfriamiento.
También no olvides revisar con regularidad el nivel del líquido refrigerante, puesto que al hacerlo podrás darte cuenta cuando exista una pérdida anormal de anticongelante, o en todo caso te permitirá reemplazarlo antes de que el depósito se quede sin suficiente líquido.
Ahora que ya conoces por qué un coche pierde líquido refrigerante, podrás detectar a tiempo dónde está el problema y darle temprana solución. No olvides que mientras más rápido actúes ante este tipo de problemas, más fácil te será evitar averías más graves y por ende te ahorrarás pagar por reparaciones extras.
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